Muy Buenas tarde amig@s, Que deciros de esta receta, que es muy especial para mí, me trae un montón de recuerdos. Pues si es muy especial y entrañable para mi dejando al margen la cuestión de gustos os diré que esta receta la hacia mi bisabuela luego mi abuela y despues mi madre . hasta que hoy que la he hecho yo. Hace mucho tiempo creo recordar que el pollo era más caro que el bacalao por poner un ejemplo hace tiempo los pollos se compraban vivos en el mercado todos eran de coral, no existía la explotación de granjas la calidad era muy buena y la escases para cubrir todas las necesidades también, creo recordar que solo comíamos pollo en navidad dado su elevado precio y sobre todo teniendo en cuenta la humildad de mi familias por no mencionar que en nuestra casa en 1960 herramos seis miembros. Había que aprovechar los recursos al máximo con un pollo comíamos todos, también recuerdo los menudillos como las crestas de gallo, los higadillos, las mollejas y las patas de pollo que es lo que hoy nos ocupa.
Hoy he visto por casualidad estas patas de pollo en el
ahorra mas y no he podido resistir la tentación de hacer una de las recetas más
antiguas que recuerdo en mi gastronomía familiar. Creo que mi queridísima abuela
las preparaba de esta manera o muy similares, he recordado este sabor durante
años y para mi tiene un encanto especial y por ello he disfrutado haciéndola y degustándola
pues a pesar de lo que pueda parecer son una delicia.
Soy una persona que jamás digo eso no me gusta sin antes haberlo
probado. Me gusta probar casi todo y sacar mis propias conclusiones si algo me
gusta lo incorporo a mi gastronomía habitual, si no me gusta lo desecho pero
por lo menos las suelo probar. He comido serpiente, lagarto, Ancas de rana,
caracoles, Huevos o criadillas de cerdo y de toro, carne de caballo, carne de
ballena, Ubre o teta de baca, lengua de ternera, Erizos de mar, Caracolas de
mar de 1 kg., Algas, Morena, mollejas de
cordero, y un sinfín de recetas que a pesar de lo que pudieran parecer son una
verdadera delicia, carne y huevos de avestruz y huevos de cigüeña.
Pero hoy os quiero preparas estas modestas pero
deliciosas patas de pollo un producto poco apreciado quizás pero muy sabrosas.
Las hago por que me gustan y por recordar una época llena de recuerdos que jamás
olvidare.
Hoy he sentido que mi queridísima abuela Antonia cocinaba
con migo... jamás la olvidare. Mi abuela fue una excelente cocinera pero estos
platos peculiares son los que más me recuerdan su extraordinaria cocina.
Para 2 personas:
1 kg de patas de pollos
1 vaso de vino blanco.
Pimienta molida al gusto.
2 chalotas grandes.
3 ajos.
1 hoja de laurel.
Azafrán en rama.
Aceite de oliva 2 cucharadas.
8 gr. de Perejil fresco.
Pelamos y picamos el ajo y las chalotas.
En una olla con el aceite caliente sofreímos los ajos y la chalotas.
2º
Picamos y reservamos el perejil.
3º
Hoy en día las patas vienen ya limpias pero veo que algunas
no están lo suficiente y os diré como se limpian.En una olla con agua hirviendo escaldamos las patas durante tres minutos, Les cortamos las uñas y revisamos si les queda algún resto por limpiar, en la foto nº 3 podéis observar que quedan algunos restos que son los que yo retocare.
4º
Una vez limpias las añadimos al refrito de los ajos y la cebolla, y le añadimos el vino dejamos cocer unos tres minutos y le añadimos el perejil, el azafrán y el lasurel, también le añadimos un vaso de agua o caldo.
5º
Cerramos la olla a presión y las dejamos cocer unos 15 minutos a media presión, dejándolo hasta que termine la cocción.
6º
Emplataremos y serviremos muy calientes.
Espero que os gusten.
Un saludo.